15 minutos de fama, yo solo quiero 10, aunque sea en el anonimato...
Desde siempre quise 10 minutos para mi solo.
Para esperar si quisiera tumbado boca abajo sobre el piso de madera.
Para gritar como loco un touchdown de los Bills.
Para escuchar lo que no me quiere decir al teléfono.
Quiero 10 minutos que sean míos. Que no se los deba a nadie, ni al trabajo ni al señor que habla para ofrecerme una tarjeta de crédito.
10 minutos que ofrecerle, llenos de sus pequeños y hermosos segundos.
Parecen poco, pero para el que no los posee, son oro molido