Wednesday, June 30, 2010 

MVi 16:30

Es ahora, cuando el tiempo me molesta.

Llegue recién, solo tenia medio vaso de cerveza por delante cuando te vi entrar. tanto tiempo ya sin verte que me daba miedo no reconocerte. una mujer delgada de cabello castaño y largo se acerca para saludarme. Fui yo o mi gemelo malvado pero la abrace. Seguía siendo el tacto de su pelo tal como lo recordaba. 10 años después y no se desvanecía esa sensación.

Pediste un trago, no recuerdo que, estaba absorto en tu boca, tus labios decían tantas cosas pero ninguno en relación con lo que hablabas. Se que era una total y absoluta falta de educación el no atender tu conversación, mientras fantaseaba con tu rostro.
-¿Sabías que aun tienes esa sonrisa tan infantil?,
Me miraste con un poco de incomodidad y cambiaste el tema.
El Doppelgänger volvía a hacer de las suyas.
Platicamos durante quizás dos horas, comenzó la "hora feliz" y las botellas vacías daban paso a otras nuevas un poco mas "felices". Me sentía un poco asustado. De buenas a primeras al regresar del baño, me quede sin nada mas que decir.
Y así en silencio vaciamos nuestras bebidas. A mi no me importa tu silencio. No soy de esas personas que padecen horror vacui, y aunque ya no decías mas nada, te veías tranquila y a gusto a mi lado. Picabas con desinterés el plato de botana que teníamos en la mesa. Al parecer a ti tampoco te importo que estuviera sin decir palabra. Esa expresión de cansancio en tu ceño se hizo mas aparente.
Te levantaste y te disculpaste por algo que no entendí y enfilaste hacia los servicios.

Como buen alcohólico que soy y que siempre me he preciado de hacer estupideces relacionadas con mi vicio, me acerque a la barra (que ese día entre semana, estaba desierta) y pedí un Johnie Walker Black Label doble con hielos. Desapareció en la mitad de tiempo que me llevo escribirlo.
Buscaba una embriaguez rápida y efectiva que no lograría tomando cerveza. Sentía una necesidad imperiosa de ya no entender mas nada.


MVi 22:10

Y al verte regresar me senti un poco culpable.
No logró volverme tan cínico como para no dejar de sonreír ante tu inmanente belleza y perfección. Tras unos pasos inseguros caes a tu silla y al parecer aún no das cuenta de que yo no estoy sentado frente tuyo.
Una risa desparpajada llena el bar vacío, ambos meseros te voltean a ver y a ti te da igual.
-Creí verte sentado y cuando quise que me dieras un cigarro me espante por estar hablando al aire.
-¡Ah! ¿fue sólo miedo a quedarte sola para siempre?-, dije yo con mi mueca de gato de Cheshire.
-La soledad es soledad, corta, larga, planeada o accidental, -respondiste seria-; -Creí que eso te quedaba claro, a ti, mas que a nadie. -Rubricaste tu afirmación-.
Me jalaste hacia ti, y me diste un impreciso beso entre la oreja y el ojo. Entendí que la hora feliz acababa, y que ambos deberíamos buscar a la embriaguez por otros derroteros.
Dijimos un par de obscenidades al recibir la cuenta, maldijimos a todo lo que nos venía en mente, pero ninguno vio realmente el importe, pague con un par de billetes y por el rostro del pobre-mesero-ya-son-mas-de-las-diez, figure faltaban un par mas.
Bajamos al estacionamiento, entre risas tu, y mil ideas bizarras yo, me encanta sorprenderte con mis ideas fuera de lugar. Según tu nunca has vuelto a conocer a nadie tan extraño como yo. Cumplido aceptado con un poco de rubor.
-¿Qué va?, si solamente actuó así en tu presencia,
-Me encantas así,
-¿Te encanto?.
Llegamos al auto abriste la puerta y me diste con ella al tratar de ayudarte a entrar, golpeaste mi rodilla y me doble por el dolor. Tomaste mi cara y me besaste de una forma tan violenta que reconoceré me alarmo. Me vi haciéndote el amor ahí mismo. Así de pronto, entraste con lo que yo llamaría un salto de gacela y desbloqueaste mi puerta. Aún sigo teniendo reflejos muy lentos. Muy lentos.


MVi 22:30

Sentados, uno junto del otro. tomando cerveza comprada en un seven-eleven, vimos con toda claridad como la noche respiraba, sufría violentos estertores y de pronto se contraía.
¿De dónde salieron los vasos de plástico?, no recuerdo haberlos comprado. De siempre me ha revuelto el estómago, el alcohol en cualquier recipiente de plástico. es algo que simplemente no me va. Así que lo dejo en el piso del auto, destapo una nueva cerveza y me la tomo sin mas directo de la lata.
-Usa el vaso.
-No me apetece. -Y para dar solidez a mi argumento doy un largo trago-.
-Estás con una dama y no puedo tolerar tu comportamiento de albañil.
Sin dejar de verte a los ojos añadí,
-De muy joven, fui albañil.
-No me importa.
Recogí el vaso y vacíe el escaso contenido de la lata en el. Con mucha ceremonia te mostré el vaso y lo apuré de sólo un trago.
-Así me gusta. Nunca, de verdad te lo digo, nunca olvides que soy una dama.
Quise hacer una broma tonta al respecto, pero desistí al ver que los ojos se te llenaban de lágrimas. Me limité a aferrarme del vaso para no caer.
Sacaste el teléfono, supuse harías una llamada, pero lo pusiste en mi mano y me dijiste con la voz aún quebrada,
-Ella es mi hermana.
Desde la pantalla mínima del móvil me sonreía una versión un poco mas mayor y menos lograda de tu rostro.
Entre el corte distinto, la edad y el enamoramiento crónico que sufro, de pronto saltaron mas las diferencias que las coincidencias.
Lo regrese a la parte media del tablero, y la lucecita se extinguió.
-Son casi idénticas.
Volvimos al silencio.
Si te pones a observar las cosas desde mi perspectiva, podrás ver que es está, la primera vez que estamos los dos solos. Nunca antes habíamos pasado ni cinco minutos a solas. Siempre rondaba alguien, amigas, o parejas.
Aunque con tanta gente de por medio siempre nos dimos un espacio para los dos.
Quince años ha de eso, y aún lo tengo fresco en la memoria.


MVi 01:35

-¿Trabajas mañana?.
Volteas a verme cómo si hubiera hurtado algo del altar de una iglesia. Te incorporas en tu asiento. y le das un trago a tu cerveza.
-Sí, entro al trabajo muy temprano, y ahora mismo me estoy desvelando entre semana.
-Disculpa, si quieres ahora mismo podría...
-No te disculpes, no me estás obligando a nada, si estoy aquí, es porque realmente quiero estar aquí. -Reíste-.
Te pregunte,
-Entonces, ¿te gusta estar "aquí"?.
-"Aquí" se está bien.
-¿Y "allá"?.
-No, "allá" no se está bien, porque estamos "aquí".
-"Aquí" pero no "allá" ¿es eso lo que quieres decir?.
-Si, así mismo.
Soltamos una carcajada que entibio el interior del auto un par de grados. Sacaste un cigarro ligth y lo encendí con mi ya muy viejo y gastado mechero de latón.
Lo miraste y tras exhalar la primer bocanada me preguntaste,
-¿Es el que te regaló (***)?
-Sí, pedernal y mecha reemplazados ya muchas veces, pero es el mismo, con una abolladura mas.
La segunda bocanada de ese cigarro, la comenzaste con una inspiración profunda, y al soltar el humo, lo hiciste directamente hacia mi cara. instintivamente eché la cabeza para atrás y cerré los ojos. Sentí tus manos en mis piernas y tus labios marcaron un beso en mi boca. Pero algo se había roto, lo sentí en la forma en que te separaste de mi.
-¿Sabes que esto no es un juego?
-¿A qué te refieres?
-A ti y a mi. No quiero que sientas que es como cuando jugábamos en el patio de la escuela. ¿Lo recuerdas?.
-Lo único que no alcanzo a recordar es si ¿fuiste castigo o premio?.
-¿Te han dicho que eres un imbécil?.
-Es el signo bajo el cuál he de morir.
-Imbécil.
-Muchas gracias.
Tu sonrisa volvía a tomar su lugar entre nosotros. Supongo no le gusta estar encerrada durante mucho tiempo.
-Yo quería besarte. (***) me platicaba de todo lo que hacían durante las proyecciones en el aula de medios. De como se besaban durante toda la hora.
-Poco discreta esa mujer. (***) siempre se ha ido un poco de la lengua con los detalles.
-Siempre nos contamos todo, incluso cuando se salió de la escuela, seguimos hablando hasta hace relativamente poco tiempo. Hasta que cambio de trabajo y comenzó a llegar muy tarde a su casa.
Es curioso, nunca quisiste hablar conmigo de (***) y ahora me das detalles. Será mejor dejarte terminar.
-¿De verdad hablaban de todo?, incluso, ¿hablaban de mi?.
-Si, pero no eras nuestro único tema.
-Supongo nunca te dijo porque iba yo a "la escuela", a pesar de que ya me habían expulsado.
-Ahí quedaban de verse, ¿no?.
-Si y no.
-"Si y no", sabes que estoy muy ebria para que comiences con eso.
-En efecto, quedábamos de vernos ahí.
-"Ahí" mas no "allá".
Te dirigí una mirada de reproche, me contestaste con un beso en la boca y te pusiste derecha en tu asiento.
-Continua, por favor.
-"Ahí" y esperábamos que salieran todas ustedes.
-Siempre estaban de muy buen humor cuando los encontraba.
-Hablábamos de muchas cosas.
-¡Ajá! ¿hablaban?.
-Si, solo eso, al salirnos de "la escuela", se acabaron los arrumacos. Ella su novio, y yo como siempre. Además, realmente no hacíamos otra cosa juntos. Eran besos y ya.
Al decir esto, me di cuenta de el tiempo que había pasado ya. El 19 de Abril de hace ya casi nueve años, fue la última vez que la vi en persona. Y hace mas de siete que hablamos por teléfono. Precisamente de su embarazo. Ha pasado tanto tiempo ya. ¿Tanto tiempo?.
-¿Estás bien?.
Salgó de mis recuerdos y veo tu cara de espanto. Se combina con mi sorpresa y me asalta una náusea inoportuna.
-Creo se me pasó la mano con el alcohol.
-Hay que salir a que te de un poco de fresco. Esperemos que el frío te mejore.
(Si supieras que el "frío", es el que me tiene así)
-Salgamos pues.


MVi 02:05

Recargado en el auto, te veo venir hacia mi. Traes un par de latas de Coca-Cola, me das la cerrada y me pides otro cigarro. Lo pones en tu boca y ya estoy yo encendiéndolo con un muy rápido movimiento que denota años de práctica.
-¿Te sientes mejor?.
Asiento con la cabeza, aún estoy mareado pero la náusea ha desaparecido. Te sientas sobre el maletero del auto y me jalas hacia ti. Me das un par de empujones y me colocas dándote la espalda. Me abrazas.
Siento tu respiración en mi cuello.
-¿Alguna vez en tu vida has reflexionado sobre el hecho de que me quedas muy alto?
-¿Y tu alguna vez en tu vida, has notado que podrías ser "liliputiense"?
-Mi padre era nativo de ahí.
Me diste un desagradable lengüetazo en el cuello.
-Eres tan desagradable.
-I try as hard as i can.
Metes tus manos dentro de mi camisa, como si buscaras algo. Desistes en poco, y me das un ligero pellizco.
-¿Llevas algo debajo?
-Calzones largos, ¿porque?.
-No tonto, debajo de la camisa.
-No, ese tipo de cosas se las dejo a Clark Gable.
-¿Clark, quién?
-Nunca viste "It happened one night"
-No.
-Clark Gable usó en esa película una playera sin mangas, y de ahí se volvieron muy populares, porque nadie usaba ropa debajo de la camisa en aquellos dias.
-Mucha explicación para concluir que eres un atentado al buen vestir.
-Estoy cómodo.
-¿Y no tienes frio?
-No.
-Eres un caso, un caso totalmente perdido.
-¡Yup!.
-Habría que estar mal de la cabeza para salir con un espantapájaros como tu.
-¿Ah si?
-Y ese cabello nunca te lo he visto ordenado.
-¿Algo mas?
-No eres bien parecido.
-¿Y...?
-Puedes ser realmente antipático en ocasiones.
-Continua.
-Y aún así no me importaría que me hicieras el amor.
-¿No te importaría?
-No era esa la palabra que quería decir.
-¿Entonces cuál es?
-Bueno, yo quería decir, quiero decir, ...
-¿Que quieres "decir"?.
-Me gustaría que me hicieras el amor.
No te podia ver pero sentía claramente como te ruborizabas.
-¿Que te haga el amor?, ¿ahora mismo?.
-Podría ser.
Y tras decir esto, recobraste la compostura, apretaste tu abrazo y me hiciste una caricia en la mejilla.
-Dirás que soy una buscona.
-Diré que tu pusiste en unas pocas palabras, un deseo que yo tras una década no he pódido formular correctamente.
-¿Yo te gustaba?.
-Siempre me has gustado.
-Pero cómo es...
-¿Te has mirado a un espejo?, tus ojos claros, los labios delgados, tu cabello largo y rojo.
-Soy un fenómeno.
-En efecto, nadie puede ser como tu. Eres la imágen de una virgen gótica, carente de malicia y dispuesta a hacer sentir bien a todos, pero no puedes ocultar tu arrogancia.
-¿Me consideras arrogante?
-Es lo que mas me atrae de tu carácter.
-Creí que no te interesaba.
Hace quince años yo estaba muy asustado, escuela nueva y nadie iba conmigo. Era el único que llegó solo a esa junta para asignarnos grupos y dar detalles. Me sentía como un intruso, pero eso es otra historia. Cuándo me disponía a huir, te vi llegar con tu papá del brazo. Eras mas delgada y no tan hermosa. Eras una niña. Llevabas el pelo recogido en una coleta atada con un listón blanco y un adorno en forma de mariposa del lado derecho. Pendientes de oro, discretos y lentes con montura de acero.
-Me fijé en ti cuando comencé a pasar tiempo con (***) -me sentí culpable por mentir tan descaradamente-.
-Explícame porque siempre huías de mi.
-A esa edad, me era tan poco manejable la forma en me atraes, que prefería correr lejos.
-Eres raro.
-Eso salta a la vista.
-No me refiero a eso, has cambiado tanto en este par de años que nos dejamos de ver.
-Tu te pusiste mas guapa.
-Gracias, me gustaría decir lo mismo -golpeé tu rodilla en represalia- antes te veías tan delgado, tan niño. Aunque no has dejado de vestirte igual la ropa ya no se te ve como un disfraz. Ya no se ve como la ropa que le robas a tus hermanos mayores.
-Yo no tengo hermanos mayores, solo una hermana, muy pequeña.
-¿Tan pequeña que ya se casó y va a cumplir los veinte?
-Siempre fue precoz.
-Ahora te ves como el hermano que nunca tuviste y al cuál admirabas por vestirse como estrella de rock, ¿por cierto, ya sabes que Kurt Cobain está muerto desde hace quince años?
-No me visto así por moda, es muy cómodo vestirme así.
-Ahora me das un poco de miedo.
Giré mi cuerpo y me coloque frente a ti, quitaste el cabello de mi rostro y posaste tus manos en mis hombros. Yo te tomé de la cintura y te besé varias veces. En la boca, en el rostro, el cuello. Cada vez de la forma más gentil y tierna que la anterior.
Pusiste una mano en mi cara y me dijiste con lo ojos cerrados:
-Ya no tienes quince años.
Y nos besamos ya no como adolescentes. Fue el beso de dos personas muy solas y extremadamente tristes.
-Es por esto que me das miedo, mi amigo se hubiera quitado y se disculparía por hacer algo así.
A mi me ganó una carcajada desde el fondo de mi ser.
-¿Algún día me perdonaras por ser tan idiota?
-No.
-Era muy inocente, además estábamos rodeados de todo la clase y jamas me imagine que sacarías la lengua.
-¡Eres un idiota!, lo dices como si fuera asqueroso.
-Me dio mucho miedo.
-¡Por favor! tu, ¿miedo?.
-Tenía diecisiete cuando tuve mi primer novia.
-Y cuando hiciste el amor por primera vez.
La pausa de mi sorpresa obligó a que no quisieras verme a la cara.
-Veo que sabes unir los puntos.
-Nos contábamos todo.
-Ya me di cuenta.
-También me dijo que eras muy tierno, y que en muchas ocasiones le decías poemas mientras hacían el amor.
-Me sentía en un cuento del siglo diecinueve.
-Y alguna vez me contó que le encantaba hacerte el amor cada que se veían.
-¡No pienso tolerar mas esto!, -la exaltación era sincera, pero no así la indignación-, ¡me voy a mi casa!
Me tomaste de las manos y las pusiste sobre tus senos.
-No te vas porque aun no te he violado, me encanta violar niñitos inocentes y hacerles cosas que ninguna mujer les haya hecho.
-¿Me vas a cocinar el desayuno?
-No hombre, no soy tan pervertida.
Me diste la mano para que te ayudara a bajar de encima del auto. Te arreglaste un poco el pantalón que ya mostraba los estragos de la velada.
-Vámonos.
-¿A donde vamos?
-A mi casa.
-Ok, pero antes contéstame algo, cuándo lo del beso, ¿fuiste castigo o premio?
-Cuando lleguemos te explico, así que cállate y pórtate bien.


MVi 04:50

Y en el radio, comenzaban a sonar los primeros acordes del himno nacional cuando llegamos a tu casa.
Subimos con una velocidad inusitada las escaleras, ambos demostrábamos una premura excesiva porque no nos sorprendiera la luz del sol en la calle. Entramos y para ser una persona que vive sola me sorprendió lo pulcro y ordenado que estaba todo.
No encendiste mas que la luz de la cocina y me anunciaste que te ibas a dar un baño. yo me senté en el sofá mas cercano y sentí que esas horas de sueño perdido las iba a extrañar.
Regresaste de tu cuarto, ya envuelta en una bata, abriste el refrigerador y tomaste algo. Yo estaba realmente en pedazos, así que ya no me alcanzo para ver lo que hacías.
Te pusiste enfrente de mi y pusiste un vaso lleno hasta el borde en mi mano, te sentaste en la mesita de centro y pusiste cara de Virgen Vestal en el Atrium Vestae (¿donde mas?).
-Hasta el fondo.
-Son las cinco de la mañana, por si no te habías dado cuenta.
Te reíste, y con una velocidad pasmosa vaciaste tu vaso. Te imité pero la concentración de alcohol era tal, que mi garganta amenazo con dejarme en mal. Llegue al final con los ojos inyectados.
-Una mas.
Y vi una botella de Bourbon vaciarse con rapidez en nuestros vasos.
-Se me estaba despejando la cabeza, y no quiero estar sobria. No hoy. Llama a quien tengas que llamar, hoy la pasas conmigo.
-De acuerdo, pero me parece un exceso tanta bebida.
Tu respuesta fue vaciar el vaso, levantarte y ponerte a canturrear una horrible canción pop. Respire hondo y le di un largo trago a mi bebida. A diferencia del primero, este me hizo sentir mejor.
(incompleto)


Mvi 06:15

A lo largo de muchos años y de muchos libros se ha especulado sobre lo que Robert Scott sintió en los últimos momentos de su expedición a la Antártida. Todo está perdido, no hay nada que se pueda hacer ya.
¿Que sintió Scott, cuando el destino asistió puntual a su encuentro?
Sir Robert y yo compartimos la serenidad de quién es llevado a las últimas consecuencias de sus actos. A diferencia del inglés, a mi me espera otro amanecer y una suerte menos fácil de reconocer como terrible.
A mi no me espera una tierra sin osos.
En algún lado deben de haber caído mis gafas, no se bien sí al lado del sillón o quizás en un movimiento único de supervivencia decidieron ocultarse en el fondo de mi camisa. Me da por detalles inútiles. Me da por liarme con ideas que hacen espirales.
Parece ser que son más de las
6 de la mañana. Estas horas transcurren de un modo extraño. El tiempo va lento y acá de este lado todo ha ocurrido. Por ratos dormí, por ratos creo hablar contigo.
Tanto pasa y nada entiendo.
-Acércate más, que casi no te escucho.
-de hecho dormía.
-no seas así, termina de contarme de la carrera esa de la que me hablabas hace rato.
-no es una carrera en el sentido clásico de la palabra, no salieron al mismo tiempo y la meta era una indicación del sextante.
-No es cierto...
-Sí, si lo fue.
No puedo reprimir la risa fácil, al pensar que a mi me pasa lo mismo. No hay un poste blanco con líneas rojas que me indique que llegué a mi objetivo.
¿Latitud ?.
Ya estoy aquí,
¿Llegué?
¿Una bandera ridícula?
No, es una mordida aún roja en uno de tus senos. A eso se reduce mi conquista. Casi tan ridícula como una bandera.
-¿Crees que esto no es más que una mañana?
-No te entiendo.
-Una mañana juntos, es eso todo. ¿O no?
-Como sumar 1 y 1, a toda acción corresponde otra de la misma intensidad en sentido contrario...
-Me harías muy feliz sí te callaras.
Que capacidad para ponerme agrio cuando debiera ser feliz sin cortapisas. Será que quiero lastimarme desde temprano para que está miseria no me tomé de turista. Sir Robert, Admunsen ha llegado antes que nosotros, no nos queda más que regresar. El murió y yo sigo vivo. Ambos conocimos tarde a nuestro destino, pero lo enfrentamos con una victoriana obstinacion. Negarse en redondo a comer carne de Husky, negarse a hacer las cosas de la manera sencilla sí va contra tus preceptos. Quisiera aceptar tú invitación a desayunar. A comer, a vivir contigo. Todo lo que me propones, es fantástico, porque es fantasía. Hoy es tarde. Ayer demasiado pronto y mañana no me interesa.
-ya quiero levantarme, no tengo sueño
-¿sí prometo contarte el fin de la historia, te quedarías en cama un rato?
-Creí que eras tú el de la prisa, sí soy honesta no quiero ni moverme.
-Quisiera irme ya...
-Pues vete.
-Voy por un vaso de agua, ¿quieres algo de la cocina?
-Preparame un poco de te, está en un bote de lata junto al agua
Y así nos va el tiempo, hermosa despedida en tus brazos. Me tomaré el tiempo para cuando quiera acordarme de ti, tenga imágenes claras en la memoria. Mucha exposición para quemar el recuerdo con los claroscuros de tu presencia. Amo tú cara perfecta. Tus manos perfectas y tú voz en un vaso grande con hielo. Ideas cíclicas de un amor circular.

 

persistencia

Si acaso no tienes miedo puedes venir y mirar.
Puedes sentarte en la orilla
dejar que cuelguen los pies mientras vemos nada.

Es hoy a mediodía cuando podremos ver,
abre bien los ojos pues no dura demasiado.

No es difícil imaginar lo que hay debajo,
con solo voltear el orden
sabes que no esta.
En los contrarios y en los extremos
se gestan las verdades.

En una obscuridad absoluta,
durante el momento que el sol brilla mas.

Pero si tienes miedo, cierra tus ojos.

 

de Maria Greever a Benedetti

Labels: , ,

 

Resumen...

estoy depre...

 

de Cortazar a Maria Greever

Labels: , ,

 

de Jose Alfredo a Cortazar

Labels: , ,

 

De Sabines a Jose Alfredo...



Labels: ,

 

Deja que la perdida sea tu lección

"En un proceso que no debe de tomar mas de un par de horas, me embarco en la búsqueda de alguien que me rasque la espalda en los días de comezón. Para eso nada mas se puede necesitar a alguien mas. Para que te rasque donde no te alcanzas".
Soy un fraude aun a la hora de tratar de engañarme a mi mismo. Nada es tan fácil ni tan simple.
Pero como siempre me ha gustado pensar, let your loss be your lesson...
(hasta donde sea humanamente posible)
(y a mi de humano me queda poco)
(cada vez menos)
(casi nada...)
(ni un poquito...)

Labels: ,

Tuesday, June 29, 2010 

indecisión

Ahora es solo dolor sordo, no hay tristeza infinita, ni furia abrasadora. Solo me duele. Pesado y hondo. Gris y espeso. No hay muchas palabras para definirlo. Solo me duele. Frió y seco. Difuso e indefinible. Respiro con dificultad y la risa se me arrastra por la cara haciéndome ver como un trapo viejo. Solo me dueles.

Labels:

Monday, June 28, 2010 

Sabines

Labels: ,

 

...

Te dibujo una boca que huye pronta de mis manos,
y se traspone a la sombra de tu risa que no es mas.
Lleno con palabras el vació y el espacio,
la distancia no puede ser suprimida por el deseo,
el olvido es el terror de mi voz.

Labels:

 

resaca

Asi es como me siento, como un pedazo de madera tirado por el mar a la playa. La tormenta termino ya. Se ha despejado el cielo.
Ahora hay poco por hacer, ya no pertenezco mas. Nada nos liga mas que mi sensación de perdida.
Recoger lo que queda y secarnos al sol.
Aunque no renuncio a la idea de volver a formar parte de eso que en un principio fue.
Aun con todo lo que se perdió.

Labels:

Thursday, June 24, 2010 

Me pareció ver (te??)

Y como el que ve su destino de frente y no lo reconoce. Aun muy a pesar de que se haya presentado de mano.
Así estoy. En estas situaciones de miopía o ceguera he repetido el mismo y viejo ritual. Respirar profundo y entrar al lago estigia. Que Caronte se joda.

Labels:

Tuesday, June 22, 2010 

No quiero ya decir mas

Se me ha perdido no solo el hilo, he extraviado la madeja completa y ya hace tiempo que no se si hacia una bufanda o un par de guantes.
Como voy a ti después de tanto tiempo. no se ya como es brincar como un poseso al escucharte llamar a mi puerta. Me avoque a ocultarme creando excusas baratas, lo admito pero no me logro reconciliar con esta idea en si. Te perdí por miedo a ya no poder tenerte mas. Cerré los ojos cuando saliste por la puerta y al salir a buscarte tome el camino contrario. Nadie podrá culparme porque tu te hayas buscado un mejor lugar para estar. Nadie puede confrontarme por ya no ser mas tu incondicional adorador. Nadie dirá nada, pues todo es mas que obvio. Soy un cobarde y se me nota en el rostro. En las manos y en la voz.

Labels:

Acerca de mi

  • yo soy Jorge
  • From uno
  • Homo sapiens sapiens, que le da por actuar como Monito con sombrero
Mi Perfil
Powered by Blogger
and Blogger Templates
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
Based on a work at Jorge Guadarrama.