Trocitos
Había olvidado lo mucho que me gusta cocinar,
tenia tanto ya,
que había cosas que no recordaba,
o no me parecían tan claras.
Pero ocurrió algo muy curioso;
el fuego,
el olor del aceite,
los ingredientes picados...
todo fue tan obvio.
El olor de las aceitunas,
el tomate secado al sol,
la naranja en rodajas,
el hinojo y el aceite de oliva...
Setas frescas,
cebolla en gajos,
ajo, pimienta, sal,
mantequilla sobre pasta recién cocida...
Queso ricotta,
harina,
claras batidas,
azúcar fina,
fresas en mitades
en jugo de naranja,
vino tinto, y vinagre...
Había olvidado,
lo mucho que me gusta
usar todos mis sentidos.
El tacto, el gusto,
la vista y el olfato.
No recordaba lo vivido que puede ser
un instante,
cuando viene impregnado por todas estas cualidades.
Todo es mas intenso,
no te lo sacas de la mente,
y una necesidad imperiosa
se apodera de ti,
así es en la cocina...
Y al parecer,
así es lo que me pasa contigo,
me invades por todos los sentidos,
sublimas cada espacio
alrededor de ti.
El aire,
la luz,
el calor y las texturas:
todas me hablan de ti.
En verdad,
apreciarte es casi como una receta de cocina,
lleva su tiempo apreciar cada parte,
cada pequeña pieza del rompecabezas,
para poder entender la perfección de un todo
que se vuelve inalcanzable
a los impacientes.
Pero la diferencia aquí,
es que tu,
ya eres un todo,
único,
arrobador,
perfecto,
eres exactamente eso...
un todo que no sabe,
ni se preocupa
de medidas ni de tiempos.
Hoy tras una deliciosa comida,
llene mi estomago,
pero mañana
al verte de nuevo;
un gran vació se hará notar...
aquí...
en medio de mi corazón...
...y para llenarlo
no conozco receta alguna.
tenia tanto ya,
que había cosas que no recordaba,
o no me parecían tan claras.
Pero ocurrió algo muy curioso;
el fuego,
el olor del aceite,
los ingredientes picados...
todo fue tan obvio.
El olor de las aceitunas,
el tomate secado al sol,
la naranja en rodajas,
el hinojo y el aceite de oliva...
Setas frescas,
cebolla en gajos,
ajo, pimienta, sal,
mantequilla sobre pasta recién cocida...
Queso ricotta,
harina,
claras batidas,
azúcar fina,
fresas en mitades
en jugo de naranja,
vino tinto, y vinagre...
Había olvidado,
lo mucho que me gusta
usar todos mis sentidos.
El tacto, el gusto,
la vista y el olfato.
No recordaba lo vivido que puede ser
un instante,
cuando viene impregnado por todas estas cualidades.
Todo es mas intenso,
no te lo sacas de la mente,
y una necesidad imperiosa
se apodera de ti,
así es en la cocina...
Y al parecer,
así es lo que me pasa contigo,
me invades por todos los sentidos,
sublimas cada espacio
alrededor de ti.
El aire,
la luz,
el calor y las texturas:
todas me hablan de ti.
En verdad,
apreciarte es casi como una receta de cocina,
lleva su tiempo apreciar cada parte,
cada pequeña pieza del rompecabezas,
para poder entender la perfección de un todo
que se vuelve inalcanzable
a los impacientes.
Pero la diferencia aquí,
es que tu,
ya eres un todo,
único,
arrobador,
perfecto,
eres exactamente eso...
un todo que no sabe,
ni se preocupa
de medidas ni de tiempos.
Hoy tras una deliciosa comida,
llene mi estomago,
pero mañana
al verte de nuevo;
un gran vació se hará notar...
aquí...
en medio de mi corazón...
...y para llenarlo
no conozco receta alguna.