Quizás
Hoy tuve la oportunidad de hablar con ella.
Escucharlá, saber como estuvo su día.
Pero hoy no era el momento.
No era miedo, ni demasiada precaución. Sólo es que estaba demasiado ansioso por ese momento.
Debo tener un poco de calma. Disciplina.
Eso y que aún rebotan en mi cabeza sus palabras.
Vamos en la noche escuchando las palabras del hijo y de la noche.
En el cielo la el éter y las estrellas por siempre ausentes.
Nada que hacer mientras esperamos.
Tú voz como el cometa.
Tu y las increíbles figuras de ese tranquilo cerrar de ojos.
En el sentir y el lado más frío de la cara.
Entre tus manos y terminar el día, otra vez de pie.
Apenas, siendo una sombra ante el púrpura y sus nubes.
Apenas de pie.
Siendo ante la noche la única ventana.
De pie esperando al cometa.
De pie inventandote.
En el cielo la ausencia.
En el éter mi espera.
Una sombra.
Yo.
Escucharlá, saber como estuvo su día.
Pero hoy no era el momento.
No era miedo, ni demasiada precaución. Sólo es que estaba demasiado ansioso por ese momento.
Debo tener un poco de calma. Disciplina.
Eso y que aún rebotan en mi cabeza sus palabras.
Vamos en la noche escuchando las palabras del hijo y de la noche.
En el cielo la el éter y las estrellas por siempre ausentes.
Nada que hacer mientras esperamos.
Tú voz como el cometa.
Tu y las increíbles figuras de ese tranquilo cerrar de ojos.
En el sentir y el lado más frío de la cara.
Entre tus manos y terminar el día, otra vez de pie.
Apenas, siendo una sombra ante el púrpura y sus nubes.
Apenas de pie.
Siendo ante la noche la única ventana.
De pie esperando al cometa.
De pie inventandote.
En el cielo la ausencia.
En el éter mi espera.
Una sombra.
Yo.