Soy tan féliz... I
Ven y toma asiento junto a mi. Quiero reírme un rato mientras tu incredulidad acompaña a tu sostén en el piso. No es difícil ser feliz en este lugar; estas tu, la piel se me pega al asiento forrado en vinilo imitación piel, y mis buenas costumbres deberán estar durmiendo la siesta vespertina en casa.
Sabes bien que no soy un sátiro malvado. Cuando entre, estabas ya sin bragas y proponiéndome actos lascivos en ese lenguaje tan tuyo del que aun no logro contagiarme. El viento que marca los estertores del invierno agita la cortina sobre la puerta. Allá un pedazo de edificio, acá un poco de mi pene encuentra cabida en tu boca. Allá mas edificio, un par de ventana, (uhm, mas viento) otro edificio mas, acá solo veo lo negro de tu cabello revolviéndose en mi regazo. Se repite el ejercicio durante cinco minutos mas, pues pierdo pronto el interés. La felación no es como la cuentan en las películas.
-Si, es la boca de mi novia-
-Si, no es su vagina-
-Si, ya me aburrió esto...-
Pasemos a otra cosa. Pongan musiquita-facil-de-escuchar y un bonito fondo de un campo florido o algo así, solo en lo que nos preparamos para el siguiente acto. Ven vayamos a la recamara. En tanto abandono este disfraz de buena persona y sacudo un poco mi pelaje gris y muy enmarañado.
Esto se pone interesante. Tu me ofreces el dia mas glorioso enmarcando mi goce por tus piernas, extensas pálidas y suaves. acepto el viaje y me pagas con un mordisco. Uno, dos, tres, cuatro marcas de dientes... ¡vaya que soy bueno en esto!. Tendré que darte el vuelto.
(¿O la vuelta?)
Sabes bien que no soy un sátiro malvado. Cuando entre, estabas ya sin bragas y proponiéndome actos lascivos en ese lenguaje tan tuyo del que aun no logro contagiarme. El viento que marca los estertores del invierno agita la cortina sobre la puerta. Allá un pedazo de edificio, acá un poco de mi pene encuentra cabida en tu boca. Allá mas edificio, un par de ventana, (uhm, mas viento) otro edificio mas, acá solo veo lo negro de tu cabello revolviéndose en mi regazo. Se repite el ejercicio durante cinco minutos mas, pues pierdo pronto el interés. La felación no es como la cuentan en las películas.
-Si, es la boca de mi novia-
-Si, no es su vagina-
-Si, ya me aburrió esto...-
Pasemos a otra cosa. Pongan musiquita-facil-de-escuchar y un bonito fondo de un campo florido o algo así, solo en lo que nos preparamos para el siguiente acto. Ven vayamos a la recamara. En tanto abandono este disfraz de buena persona y sacudo un poco mi pelaje gris y muy enmarañado.
Esto se pone interesante. Tu me ofreces el dia mas glorioso enmarcando mi goce por tus piernas, extensas pálidas y suaves. acepto el viaje y me pagas con un mordisco. Uno, dos, tres, cuatro marcas de dientes... ¡vaya que soy bueno en esto!. Tendré que darte el vuelto.
(¿O la vuelta?)
